Doce años pueden sepultar a muchas bandas en el olvido, pero también pueden servir para gestar, con paciencia y crudeza, una obra aplastante. Su cuarto disco lanzado el 11 de abril de este año, titulado: “Aberrant Vaginal Gestation” marca el regreso de Vulvectomy, siendo el periodo más largo entre lanzamientos en su carrera. El álbum encuentra un equilibrio interesante entre la crudeza de sus primeros lanzamientos y la producción más pulida de “Abusing Dismembered Beauties“.
En sus inicios, Vulvectomy apostó por una batería evidentemente programada, rápida y agresiva, cuyo carácter artificial parecía intencional y formaba parte del sonido enfermizo de la banda que también era muy normal en la época, muchas bandas optaban por usar baterias programadas. Un ejemplo claro sería Putrid Pile, que aún lo sigue haciendo. Sin embargo, en “Abusing Dismembered Beauties“, ese mismo recurso alcanzó un nivel de producción que logró engañar a muchos oídos por su mayor naturalidad y contundencia. Esta vez, el cambio es clave, ya que, por primera vez, cuentan con un baterista de carne y hueso, el italiano Marco Coghe (Devangelic, entre otros), quien aporta una fuerza al sonido brutal de la banda, marcando una evolución significativa.
Con una duración de 40 minutos repartidos en 10 temas, Aberrant Vaginal Gestation es brutal desde el inicio hasta el final. Slam brutal death en todo su esplendor, grooves densos, guturales cavernosos, y hasta un inesperado solo de guitarra en “Subcutaneous Cumshot”, un detalle raro en Vulvectomy que sorprende y refresca sin romper la línea de brutalidad.
La portada, obra del artista chino Guango Yang, complementa visualmente la propuesta, una imagen visceral que encaja con la estética clínica y gore que la banda siempre ha cultivado, marcando una evolución sin abandonar su escencia manteniendo ese slam enfermo que va directamente al cráneo.
Normalmente no suelo ponerle puntuación a los discos, ya que la apreciación es subjetiva y todos podemos tener opiniones diferentes, pero conozco la banda y soy una fiel seguidora desde la adolescencia. He seguido su evolución a lo largo de los años, conozco bien cada una de sus etapas, y sinceramente, este álbum me sorprendió gratamente. Le doy un sólido 8. Me encanta esta entrega, me encanta el equilibrio que lograron entre lo clásico y lo nuevo.
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