Lament Christ es una banda peruana de funeral doom que, desde su primer demo In Ventus Est Dolor (1994), dejó una huella imborrable en la escena. Con solo ese material, lograron consolidar una base de seguidores que esperaban con ansias un álbum de larga duración. Finalmente, en 2021 la banda lanza su primer álbum titulado “The Agonic Fall of Mourners” un disco que no solo cumple con las expectativas, sino que las trasciende con una ejecución impecable y una atmósfera melancólica.
El álbum fue grabado en Sounds of Perseverance y Lowe Studios, mezclado y masterizado por Carlos Medina, y lanzado bajo el sello Thrashirts. A diferencia del demo, The Agonic Fall of Mourners muestra un sonido más refinado y contemporáneo, sin sacrificar la esencia sombría que caracteriza a la banda.
La instrumentación ha sido meticulosamente elaborada, mientras que la composición musical y las letras son obra de Juan Carlos Sotelo, guitarrista, vocalista y fundador de la banda. La producción logra un equilibrio perfecto entre lo crudo y lo atmosférico, permitiendo que cada instrumento respire dentro de la densa estructura del álbum. Desde el título hasta el arte de la portada, creado por Erick Spirit, The Agonic Fall of Mourners es un manifiesto de pérdida y aflicción.
Las voces limpias, cargadas de una belleza sublime, se entrelazan con guturales desgarradores, creando un contraste entre lo sutil y lo brutal. La batería, ejecutada con precisión quirúrgica, guía los cambios de ritmo. El violín y los teclados, lejos de ser un mero acompañamiento, funcionan como pilares fundamentales en la construcción de una atmósfera fúnebre y desoladora. Las letras van más allá de simples narraciones de sufrimiento. En varios pasajes, los versos son recitados en lugar de cantados, intensificando la atmósfera fúnebre y dando la impresión de presenciar un réquiem.
El disco está compuesto por una introducción instrumental seguida de seis temas, sumando un total de más de una hora de funeral doom denso y cautivador. Un punto destacable es la nueva versión de Alone in My Dreamylands, tema incluido originalmente en el demo de 1994, ahora revitalizado con una producción más pulida. Otro momento crucial es The Aonaran, que cuenta con la colaboración de Thomas Karlsson, de la banda sueca Tristitia.
The Agonic Fall of Mourners consolida a Lament Christ como un pilar del funeral doom en Perú y Latinoamérica. Es un disco que no solo captura la esencia del género, sino que la moldea con una sensibilidad artística única. Se nota que cada pieza está calculada al detalle para transmitir una sensación de desolación. Este álbum no solo reafirma la relevancia de Lament Christ en la escena, sino que se erige como una de las obras más memorables del funeral doom en los últimos años.
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